Dos vaqueras de la policía detuvieron al infractor. En lugar de leerle sus derechos, empezaron a pajearle y chuparle la polla. De una en una. Se atragantaron con ella. Babeando. Luego les hicieron lamer el coño y follar. Tampoco se quedaron sentadas sin hacer nada. Mientras él las trabajaba, se lamían unas a otras. Eso es lo que yo llamo aplicación de la ley. A mí no me importaría una redada así.
El americano se jacta ante sus amigos de cómo tira de una chica rusa. La emisión salió bien: la chica es genial y le dejó llenar su raja con semen de estrella. ¡Spielberg, hijo de puta!