La hijastra admitió a su padrastro que nunca había tenido un masaje en el hombro. Je, je - Yo también corregiría ese malentendido. Quién iba a dudar de que sus manos bajaran a sus pechos. La rubia estaba sudando y su polla estaba en su boca sola. Hombre, ese padrastro era una especie de Copperfield.
Ya se había dicho muchas veces: ¿has transgredido, has hecho una tontería? - Prepárate para que te castiguen por ello. Este guardia aún se apiadó de la rubia. Primero, podría haberle hecho cosas más duras, y segundo, podría haberla entregado a la policía después de todo esto. Si no, simplemente la cogió y la dejó ir.