Este clip no dejará indiferente a nadie. Tal artesanía es rara. Creo que un actor debe amar verdaderamente su oficio. Sólo la inmersión total en la imagen puede encender al espectador. Y no importa lo que tenga que hacer en el marco. Esta mujer se limita a disfrutar del momento y nunca habría adivinado que no lo hacía por el mero hecho de rodar. Me ha gustado mucho.
La chica no tiene ningún problema en llevársela a la boca y chuparla, engaña a su marido a sabiendas. Si necesita tragar, traga, si necesita exponer sus nalgas a los automovilistas que pasan, también lo hará. La rubia actúa como una perra, dispuesta a cumplir cualquier orden de su amante o amo.
*Habla conmigo mañana en watsap*