Una raja abierta volvería loco a cualquiera. Cuando este capullo se siente tan atraído por inhalar su aroma y disfrutar del sabor, cuando a la propia mujer no le importa ser follada, es imposible parar. Y el deseo en sus ojos empuja a sumergirse en ella tan profundamente como sea posible. ¿Cómo puedes resistir la tentación de correrte dentro de ella? Qué perra - se unta el jugo con los dedos y lo saborea. Y le gusta.
Ser una perra es conseguir que los perros hagan lo que quieran. Sólo hay que poner ojos en el momento adecuado, jugar con la lengua, exponer el pezón. Y cuando quiera más, cumplirá cualquier petición de su culo.